Reglas básicas para una buena salud bucal

¿Quieres mantener tu boca sana? ¿Piensas que una sonrisa es una de las mejores cartas de presentación de una persona? Seguro que has respondido de forma afirmativa a estas dos preguntas, por ello, queremos dedicar este post a darte una ser de pautas para mantener una buena salud bucal, porque, además de bonita, ¡tu boca debe estar primero sana! Y si es a lo largo de toda la vida, ¡mucho mejor!

Lo primero de todo, ¡cepíllate bien los dientes!: Hazlo después de cada comida, de forma lenta, con movimientos cortos y elípticos, si tienes un cepillo manual, o bien dejando que actúen los movimientos de tu cepillo eléctrico, sin olvidar cambiar de zona cada 30 segundos. La duración del cepillado tiene que durar dos minutos y debes prestar atención a las encías, si sangran puede haber un problema detrás. En esos casos, no dudes consultárselo a tu dentista.

No te olvides de la seda dental: su uso permite acabar con la placa bacteriana que se acumula entre los dientes y por debajo de las encías donde, a menudo comienzan las caries y la enfermedad periodontal. Si tienes las encías sensibles, prueba con los interdentales, al menos una vez al día.

¡No te olvides de la lengua! La gran olvidada de nuestra boca, acumula muchas bacterias que es necesario eliminar, también para evitar en gran medida el mal aliento. Cepíllala de atrás hacia delante para mover las bacterias productoras de mal olor, y hazlo cada vez que te cepilles los dientes.

Cambia tu cepillo cada tres meses, incluso puedes hacerlo antes, cuando veas que las cerdas están dobladas, quiere decir que es momento del cambio.

Cuida tu alimentación: ¿Sabías que la alimentación influye mucho en la salud bucodental? Sabemos que bebidas como el café, el curry o los refrescos pueden hacer que tus dientes tornen en un color más amarillento, por ello, si quieres tener tus dientes más blancos, te recomendamos que incluyas en tu dieta, si no lo has hecho ya, frutas como la manzana, que aclara tus dientes, la naranja, que le aporta fortalecimiento, productos lácteos como la leche, el yogur o el queso, o el té verde o negro, que desaceleran el florecimiento de nuestra flora bacteriana en dientes y encías.  Intenta evitar que estos productos lleven azúcar, otro de los grandes enemigos de nuestra dentadura.

Dejar de fumar: sí, además de contribuir a desarrollar enfermedades cardiovasculares y respiratorias, e incluso cáncer de pulmón, el tabaco es un gran enemigo de tus dientes y encías, siendo los efectos nocivos muy llamativos. La adicción al tabaco contribuye directamente al desarrollo de enfermedades periodontales como la gingivitis o la periodontitis, ocasionando a las personas fumadoras problemas desagradables y visibles, por no hablar del tono amarillento que adquieren los dientes, así como la halitosis.

Siguiendo estas pautas básicas y acudiendo una vez al año a una revisión con tu dentista de confianza, conseguirás mantener una salud bucodental de hierro.